Descripción del ejercicio:
Alex nos pide que dibujemos
monstruos, así que nos sentamos por el taller y nos ponemos con la tarea.
Tenemos colores y rotuladores. Mientras lo hacemos miramos los dibujos de los
otros y comentamos cosas sobre sus monstruos. Nos reímos mucho y esperamos a
que todos terminen de dibujar.
Joe recoge todos los dibujos y
nos lleva a otra parte del taller para iniciar una conferencia sobre los
monstruos.
Cecilia hace de asistente y
sostiene los dibujos.
Joe explica las particularidades
de cada monstruo; su manera de comer, el tipo de alimentos que consumen, sus
formas de andar, los materiales de los que están compuestos sus cuerpos, sus
tamaños. También nos ejemplifica algunos tipos de movimientos, colocándose en
algunas posturas o mostrándonos con su cuerpo la manera en la que se mueven
estas criaturas. En ocasiones utiliza al público para concretar estas acciones.
La conferencia termina con una
ronda de preguntas. Se explica que esta es la ultima conferencia del ciclo de
conferencias denominado EL FIN DE MADRID, así que, para terminar, nos piden que
expliquemos qué es lo que cada uno de nosotros piensa hacer para huir de esta
ciudad.
Finalmente nos damos un abrazo
colectivo y nos despedimos.
Notas:
Utilizar una situación ficticia,
que no intenta pasar por verdadera, como lo es el Apocalipsis de Madrid, crea
un espacio de juego en el que se puede entrar con mucha facilidad, la mentira
se hace patente, nosotros sólo la seguimos.
Pedirnos que hablemos de planes
futuros facilita el juego puesto que el tiempo futuro no implica ningún
compromiso con algo ya sucedido, el esfuerzo es menor porque la proyección
imaginaria en este tiempo no tiene que reformular ningún dato ya sucedido, en
el futuro todo es posible.
Se crean tren niveles de
percepción – participación, el del artífice de la mentira, el de los
participantes y el del espectador. La reacciones de la segunda capa, la de los
participantes, permite al espectador entender que todo el juego del artífice es
una mentira.
Joe; El falso enfermo.
Descripción del ejercicio:
Joe nos escribió antes del ensayo
para avisarnos que no podría encontrarnos en la parada de metro donde habíamos
quedado para ir al taller. Cuando llegamos al taller Joe, que había sufrido una
pequeña esguince dos semanas antes, estaba esperándonos allí con el pie vendado
y nos contó que una nueva caída había empeorado el estado de su pie. Cuando
inició su ejercicio nos pidió que nos sentáramos frente a una pequeña tarima
del taller y comenzó a hablar como si estuviéramos en un programa de
televisión. Nos presentó como integrantes de un grupo de teatro y nos pidió que
habláramos de nuestras experiencias en este proyecto, luego comenzó a hablar
sobre su propia experiencia y aprovechó el momento para hablarnos de una
historia de su infancia. Nos contó cómo se peleaba con su hermano todo el
tiempo y cómo para él esas peleas eran un juego que cruzaba la ficción y se
convertían en realidad: su madre solía pedirles que se abrazaran para terminar
con el juego, pero para Joe la persona a la que tenía que abrazar no era su
hermano, si no su contrincante de peleas, por eso sentía que abrazaba a un
desconocido. Así que nos pide que abracemos a alguno de nuestros compañeros
pensando en que no lo conocemos para ver lo que sentimos, dedicamos unos
momentos a comentar esta sensación y entonces Joe se levanta y anda un poco,
cuando está a punto de salir del escenario parece que tropieza y cae, comienza
a chillar y nos acercamos para ver si está bien, él da un salto y comienza a
caminar con normalidad, toda su historia del tobillo es mentira, pero nosotros
nos asustamos. En vez de asumir rápidamente que su dolor anterior era fingido,
asumimos que lo fingido es el bienestar del que presume ahora.
Notas:
Los efectos de la mentira pueden
ser muchos, en este ejercicio se descubre el más usual: el efecto traición. Confiamos,
creemos y al ver que se trata de una mentira nos sentimos timados.
Pero a mi me llama la atención
una parte del ejercicio en la que Joe consigue convertir una narración en una
acción concreta que afecta de manera inmediata a sus compañeros, el abrazo.
Utilizar el abrazo como acción para articular su relato me permite pensar en
una posible vía para traducir el relato a una situación o acción concreta
utilizando este mecanismo.
Narrar una anécdota, encontrar un
paralelismo con una situación actual, pedir que se realice una acción cotidiana
dentro de esta situación y seguir narrando la historia al mismo tiempo que se
realiza esta acción.
Como resultado tenemos una
traducción de la palabra a la acción.
Lara; Baile feliz.
Descripción del ejercicio:
Lara coloca tres carteles
pequeños frente a una tarima, en
ellos se puede leer; Baile, Mentira y Verdad.
Comienza a sonar la música y
todos nos ponemos a Bailar, uno de los chicos sube a la tarima y nos cuenta una
pequeña anécdota, al finalizar la narración los otros compañeros corrigen su
historia, preguntan qué partes de esa historia son verdaderas y qué partes son
falsas. Las partes de verdad tienen que ver con el contexto, la edad y la
situación. Las partes de mentira tiene que ver con el final de la anécdota,
convirtiendo la historia en un éxito, este juego se repite con todos y al
acabar la música terminamos con el juego.
Notas:
Este ejercicio me hace pensar en
el montaje, ¿qué pasa cuando la mentira tiene como fin el engaño de uno mismo y
no el de los demás? si uno utiliza la formula, Mentira – Verdad revelada, la
acción de engañar se proyecta hacia quienes escuchan la historia, pero si
invertimos el orden y colocamos primero a la Verdad seguida por la Mentira
creada entre todos, la mentira se proyecta hacia quien cuenta la historia e
intenta revelarle otras posibles vías por las cuales su historia pudo haber
continuado.
Esta nueva dirección abre la gran
duda de Derrida sobre las posibilidades de la mentira, pasamos de pensar en
autoengaño a engaño colectivo. La práctica de la mentira pierde sus
connotaciones negativas puesto que sus intenciones son compartidas y no
dictadas por una sola persona. Las relaciones de poder ahora son pensadas
simplemente como relaciones, que producen estas relaciones, ¿hacia donde
impulsan al narrador y por qué se esfuerzan en proyectarlo hacia algún lugar?